¡¡ B I E N V E N I D O S !!

lunes, 12 de marzo de 2012


Para los que quieren preservar una linda sonrisa:

TRASTORNOS DE LA BOCA Y DE LOS DIENTES
 


Enfermedades de los dientes
Para mantener los dientes sanos se debe eliminar la placa bacteriana diariamente con un cepillo de dientes y seda dental. Además, es aconsejable limitar la ingestión de azúcares para reducir el riesgo de caries. Afortunadamente, el agua con flúor reduce este riesgo.
Para el buen estado de la boca y de los dientes es aconsejable limitar el consumo de tabaco y alcohol. El tabaco, fumado o mascado, contribuye a empeorar la enfermedad de las encías. El tabaco y el alcohol (especialmente la combinación de ambos) pueden causar el cáncer de boca.
Caries
Las cavidades (caries dental) son las áreas que han perdido sustancia como resultado de un proceso que gradualmente disuelve la superficie externa más resistente del diente (esmalte) y avanza hacia el interior del mismo.
Cómo se desarrolla una caries
La figura de la izquierda muestra un diente sin caries. La figura de la derecha muestra un diente con tres clases de caries
Diente normalFormación de una caries
Junto con el resfriado común y la enfermedad de las encías, la caries figura entre las afecciones humanas más comunes. La caries continuará desarrollándose si no es tratada de forma adecuada por un odontólogo. Una caries sin tratamiento puede comportar la pérdida del diente.
Causa
Deben existir condiciones propicias para el desarrollo de la caries dental. La bacteria productora de ácido debe estar presente y el alimento, para que prospere, debe estar a su alcance. Por lo tanto, un diente propenso a caries es aquel que tiene relativamente poco flúor, orificios pronunciados o fisuras que retienen la denominada placa bacteriana (depósito de bacterias que se acumulan en los dientes). Aunque la boca contenga gran cantidad de bacterias, sólo algunas causan la caries, siendo el Streptococcus mutans la bacteria más común.
La caries se desarrolla de manera distinta, según su ubicación en el diente. La caries de la superficie lisa es la caries de más lento desarrollo y constituye el tipo más evitable y reversible. En este caso, la cavidad se inicia como un punto blanco en donde las bacterias disuelven el calcio del esmalte. Por lo general, es entre los 20 y 30 años de edad cuando comienza la caries de la superficie lisa.
Normalmente, es hacia los 10 años de edad cuando comienza la caries de orificios y fisuras en los dientes permanentes. Se forma en las angostas estrías de la superficie masticatoria de los molares al lado de la mejilla y es un tipo de caries que avanza rápidamente. Muchas personas no pueden limpiar adecuadamente estas áreas propensas a la caries porque las estrías son más angostas que las cerdas del cepillo de dientes.
La caries de la raíz comienza en la capa de tejido óseo que cubre la raíz (cemento), al quedar éste expuesto por el retroceso de las encías. Por lo general, afecta a personas de mediana edad o mayores y, a menudo, la causa de este tipo de caries se produce por la dificultad en limpiar las áreas de la raíz y por el alto contenido de azúcares en la dieta. La caries de raíz puede ser la más difícil de prevenir.
Es lento el avance de la caries en el esmalte (la capa externa y dura del diente). Después de penetrar en la segunda capa del diente, más suave y menos resistente denominada dentina, la caries se extiende rápidamente y avanza hacia la pulpa dentaria, tejido con numerosos nervios y vasos sanguíneos, que se halla en lo más profundo del diente. Aunque una caries puede tardar de 2 a 3 años en penetrar el esmalte, en tan sólo 1 año puede pasar de la dentina hasta la pulpa e incluso afectar a un área mucho mayor. Por eso, la caries de la raíz que se inicia en la dentina puede destruir en poco tiempo gran parte de la estructura del diente.
Síntomas
No todos los dolores dentales se deben a la caries. El dolor puede ser consecuencia de una raíz demasiado expuesta pero sin caries, de una masticación excesivamente enérgica o debido a un diente fracturado. La congestión de los senos frontales puede producir dolor en los dientes superiores.
Una caries en el esmalte por lo general no causa dolor; éste comienza cuando la caries alcanza la dentina. Una persona puede sentir dolor sólo cuando bebe algo frío o come algo dulce, lo cual indica que la pulpa está todavía sana. Si la caries se trata en esta etapa, el odontólogo puede habitualmente salvar el diente y es probable que no se produzcan otros dolores ni dificultades en la masticación.
Son irreversibles los daños que causa una caries que llega muy cerca de la pulpa o incluso que la alcanza. El dolor persiste, aun después del estímulo (por ejemplo, agua fría). El diente puede doler también sin ningún estímulo (dolor de muelas espontáneo).
Cuando las bacterias alcanzan la pulpa dentaria y ésta muere, el dolor puede cesar temporalmente. Pero en breve (de horas a días), el diente duele, tanto al morder como al presionarlo con la lengua o con un dedo, porque la inflamación y la infección se han propagado más allá del extremo de la raíz, causando un absceso (una acumulación de pus). El pus acumulado alrededor del diente tiende a sacarlo de su alvéolo y la masticación vuelve a colocarlo en su sitio, lo cual causa un dolor intenso. El pus puede acumularse originando inflamación de la encía adyacente o propagarse extensamente a través de la mandíbula (celulitis) y drenar en la boca, o incluso a través de la piel junto a la mandíbula.
Diagnóstico y prevención
Si una caries se trata antes de que duela, es probable que el daño causado en la pulpa sea leve, salvándose la mayor parte de la estructura del diente. Para su detección precoz el odontólogo se informa acerca del dolor, examina los dientes y hace pruebas con instrumentos adecuados para detectar el grado de sensibilidad y dolor, pudiendo también hacer radiografías. El control dental debe realizarse cada 6 meses, aunque no todas las revisiones incluyan radiografías. Dependiendo de la evaluación del odontólogo sobre la dentadura, las radiografías pueden hacerse entre los 12 y 36 meses siguientes.
La clave para la prevención de la caries se basa en cinco estrategias generales: una buena higiene bucodental, una dieta equilibrada, el flúor, los empastes y una terapia antibacteriana.
Higiene bucal
Una buena higiene bucal puede controlar eficazmente la caries de la superficie lisa. Ésta consiste en el cepillado antes o después del desayuno, antes de acostarse y pasar la seda dental a diario para eliminar la placa bacteriana. El cepillado previene la caries que se forma a los lados de los dientes y la seda dental alcanza los puntos entre los dientes que no se alcanzan con el cepillo. Puede utilizarse un estimulador gingival con puntas de goma para quitar los residuos de alimentos alojados en el margen de las encías y de las superficies que están de cara a los labios, las mejillas, la lengua y el paladar.
Alguien con una destreza manual normal tarda unos 3 minutos en cepillarse los dientes correctamente. Al principio la placa bacteriana es bastante blanda y se quita con un cepillo de cerdas suaves y seda dental, como mínimo una vez al día, lo cual contribuirá también a prevenir la caries. Sin embargo, la placa bacteriana resulta más difícil de quitar cuando se calcifica, proceso que comienza unas 24 horas más tarde.
Dieta
Aunque todos los hidratos de carbono pueden causar cierto grado de caries dental, los mayores culpables son los azúcares. Todos los azúcares simples tienen el mismo efecto sobre los dientes, incluyendo el azúcar de mesa (sacarosa) y los azúcares de la miel (levulosa y dextrosa), frutas (fructosa) y leche (lactosa). Cuando el azúcar entra en contacto con la placa bacteriana, el Streptococcus mutans, la bacteria presente en la placa, produce ácido durante unos 20 minutos. La cantidad de azúcar ingerida es irrelevante; lo importante es el tiempo en que el azúcar permanece en contacto con los dientes. Por eso, saborear una bebida azucarada durante una hora resulta más perjudicial que comer un caramelo en 5 minutos, aunque el caramelo contenga más azúcar.
Por lo tanto, una persona con tendencia a desarrollar caries debe tratar de evitar los dulces. El enjuague bucal después de comer un emparedado elimina algo de azúcar pero el cepillado es más eficaz. Como prevención es útil tomar bebidas no alcohólicas endulzadas artificialmente, aunque las colas dietéticas contienen un ácido que puede contribuir a la caries dental. Tomar té o café sin azúcar contribuye a la prevención de caries, particularmente en las superficies expuestas de las raíces.
Flúor
El flúor proporciona a los dientes, y al esmalte en particular, una mayor resistencia contra el ácido que contribuye a causar la caries. El flúor ingerido es particularmente eficaz hasta los 11 años de edad aproximadamente, cuando se completa el crecimiento y endurecimiento de los dientes. La fluoración del agua es el modo más eficaz de administrar el flúor a los niños. En algunos países el agua ya contiene suficiente flúor para reducir la caries dental. Sin embargo, si el agua suministrada tiene demasiado flúor, los dientes pueden presentar manchas o alteraciones de color. Cuando el agua que se suministra a los niños no contiene suficiente flúor, tanto el médico como el dentista pueden prescribir pastillas o gotas de fluoruro de sodio. El odontólogo puede aplicar el flúor directamente a los dientes de personas de cualquier edad que sean propensas a la caries dental. También dan buenos resultados los dentífricos que contengan flúor.
Ocluyentes
Se pueden utilizar determinadas sustancias oclusivas para aumentar la resistencia al desarrollo de fisuras en los dientes posteriores. Después de haber limpiado cuidadosamente el área que debe ser sellada, el odontólogo acondiciona el esmalte y coloca un líquido plástico en las fisuras de los dientes. Cuando el líquido se endurece, se forma una barrera eficaz y todas las bacterias del interior de la ranura interrumpen la formación de ácido sin posibilidad de contacto con el alimento que necesitan. El ocluyente dura bastante tiempo, aproximadamente el 90 por ciento permanece al cabo de un año y el 60 por ciento al cabo de 10 años, pero a veces puede ser necesaria una reparación o sustitución.
Coronas, puentes e implantes
Diente dañadoPara reparar un diente dañado, el dentista procede a prepararlo, alterando su forma, y a continuación cementa la corona en éste
Ausencia de un dientePara sustituir un diente que falta, el dentista puede usar un puente o un implante
Terapia antibacteriana
Algunas personas alojan en su boca bacterias especialmente activas que causan la caries dental. Los padres pueden trasmitir estas bacterias a sus hijos, probablemente a través del beso. Las bacterias se desarrollan en la boca del niño, a partir de la primera dentición, y más adelante pueden causar caries. De modo que la tendencia a la caries dental de tipo familiar no refleja necesariamente una escasa higiene bucal ni la existencia de una alimentación inadecuada.
Una terapia antibacteriana puede ser necesaria en personas muy propensas a la caries. En primer lugar, el odontólogo elimina la caries de la zona dañada y empasta todas las cavidades y fisuras de los dientes; posteriormente prescribe un enjuague bucal (clorhexidina) durante varias semanas para eliminar las bacterias que quedan en la placa bacteriana. Con ello se pretende que bacterias menos dañinas sustituyan a las causantes de la caries. Para mantener dichas bacterias bajo control, se deben hacer diariamente enjuagues de flúor y masticar chicle que contenga xilitol.
Tratamiento
Si la caries se evita antes de que alcance la dentina, el esmalte se repara espontáneamente y la mancha blanca del diente desaparece. Una vez que la caries alcanza la dentina, la parte del diente con caries debe extraerse y sustituirse por un empaste (restauración). El tratamiento de la caries en su fase prematura mantiene la fuerza del diente y limita la posibilidad de daños en la pulpa.
Empastes
Varios materiales utilizados para los empastes pueden colocarse en la base cavitaria o alrededor del diente. La amalgama de plata es la más usada en los empastes de los molares, donde la resistencia es importante y el color de la plata es apenas visible. La amalgama de plata es relativamente barata y dura un promedio de 14 años. El empaste de oro (incrustaciones) es más caro y requiere como mínimo dos visitas al odontólogo, sin embargo, es más resistente y sirve para las caries más grandes.
El uso de los compuestos de resina y de los empastes de porcelana está indicado en los dientes delanteros, en donde la plata sería demasiado visible. La aplicación de estos compuestos en los molares es cada vez más frecuente y la ventaja es su semejanza al color del diente. Sin embargo, son más caros que las amalgamas de plata y probablemente duran menos, particularmente en los molares que están sometidos a la fuerza de la masticación.
En personas con predisposición a caries en el área adyacente a las encías, se puede recomendar un empaste derivado del vidrio, también de color semejante al diente, cuya propiedad es la de liberar flúor una vez colocado en el diente. Otra aplicación de esta sustancia es en la restauración de las áreas que resultan dañadas debido a un cepillado demasiado enérgico.
Mecanismo de producción de la pulpitis
Tratamiento de la raíz y extracción de dientes
Cuando la caries profundiza lo suficiente para dañar la pulpa de forma permanente, el único modo de suprimir el dolor es retirar la pulpa a través del conducto de la raíz (endodoncia) o extraer el diente. Un molar tratado por endodoncia está mejor protegido por una funda (corona) que abarque toda la superficie de masticación. El método de restauración de los dientes delanteros que hayan recibido tratamiento de la raíz, está condicionado a la parte que quede del diente. Excepcionalmente, al cabo de una o dos semanas desde la endodoncia, pueden aparecer fiebre, dolor de cabeza o bien una inflamación del maxilar, del suelo de la boca o de la garganta. Estas complicaciones requieren atención médica.
Si un diente se extrae, debe sustituirse lo antes posible porque, si no se hace, los dientes cercanos pueden moverse y alterar la mordida. La sustitución puede ser un puente, una dentadura parcial fija, que cubre con fundas los dientes de cada lado del extraído, o una dentadura postiza. También se pueden hacer implantes para sustituir un diente.
Una corona es una reconstrucción que se adapta sobre un diente. Una corona bien moldeada requiere en general dos visitas al odontólogo, aunque a veces puede necesitar más. En la primer visita el odontólogo prepara el diente, afilándolo ligeramente, después toma una impresión del diente y coloca una corona provisional sobre el mismo. La impresión sirve para diseñar la corona permanente en un laboratorio de prótesis dental. En la siguiente visita se sustituye la corona provisional por la permanente que se cementa sobre el diente ya preparado.
Habitualmente se hacen las coronas con una aleación de oro u otro metal. La porcelana sirve para disimular el color del metal. Las coronas también pueden hacerse de porcelana, pero ésta es más dura y abrasiva que el esmalte del diente y puede desgastar el diente opuesto. Además, las coronas de porcelana u otro material similar son más propensas a romperse que las metálicas.
Pulpitis
La pulpitis es la inflamación dolorosa de la pulpa dentaria, un tejido con numerosos nervios y vasos sanguíneos que está situado en el interior de los dientes.
Causas
Las causas más comunes de la pulpitis son la caries dental y las heridas. Dado que la pulpa está dentro del diente, no tiene espacio para hincharse cuando se inflama y por ello aumenta la presión dentro del diente. Si una inflamación leve se trata adecuadamente, el diente no sufrirá un daño irreversible; sin embargo, una inflamación grave destruye la pulpa. El aumento de la presión puede empujar la pulpa hacia el extremo de la raíz, donde podría dañar el hueso de la mandíbula y los tejidos circundantes.
Absceso periapical
Síntomas y diagnóstico
La pulpitis causa un dolor intenso. Para determinar si la pulpa está sana, el odontólogo realiza ciertas pruebas. Por ejemplo, puede aplicar un estímulo frío; si el dolor producido por el estímulo se interrumpe en pocos segundos, significa que la pulpa está todavía sana. Entonces se procede a vaciar la parte dañada del diente y a empastarlo. Sin embargo, cuando la pulpa está tan afectada que no se puede salvar, el dolor persiste después del estímulo frío o incluso aparece espontáneamente.
El odontólogo puede utilizar un estimulador eléctrico que indica la vitalidad de la pulpa pero no si la pulpa está sana. La pulpa está viva si el paciente percibe la pequeña descarga eléctrica que recibe el diente. A menudo el dolor al golpe indica que la inflamación se ha extendido a los tejidos circundantes y al hueso. Las radiografías pueden confirmar la caries y también mostrar si la inflamación ha causado la pérdida del hueso alrededor del diente.
Tratamiento
La pulpitis desaparece cuando la causa se trata. Si la pulpitis se detecta en su fase inicial, se puede suprimir el dolor con un empaste provisional que contenga un calmante. Esta pasta puede permanecer de 6 a 8 semanas, debiendo sustituirse después por otra permanente. En ocasiones se puede colocar de inmediato el empaste definitivo.
Cuando el daño de la pulpa es extenso e irreversible, el único modo de suprimir el dolor es actuando sobre la raíz o extrayendo el diente.
Abscesos periapicales
Un absceso periapical es una acumulación de pus en los tejidos, generalmente debido a una infección que se ha propagado del diente a los tejidos circundantes.
Causa
El organismo reacciona ante una infección con un aumento del número de glóbulos blancos; el pus es la acumulación de estos glóbulos blancos y de tejido muerto. Inicialmente el pus de una infección dentaria se produce dentro de las encías, de modo que éstas se hinchan en las proximidades de la raíz del diente. Según la posición del diente, el pus puede entonces drenar por la piel, la boca, la garganta o el cráneo.
Tratamiento
El tratamiento de abscesos o celulitis consiste en eliminar la infección y el pus, lo cual requiere cirugía oral o tratamiento de la raíz. A menudo los odontólogos prescriben antibióticos para tratar la infección; sin embargo, la extracción de la pulpa enferma y el drenaje del pus constituyen las acciones más importantes.


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